La Sansonette

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Tiempo de vendimia

Creo haberme quedado con todos los detalles de tu petición. A pesar de tener boli y papel cerca de mi cama, a veces los sueños pierden lucidez en cuestión de segundos.

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Entro en la ducha con lo que me pediste. Cierro mis ojos y te evoco. Recorro mi cuerpo con mis dos manos. Los pezones se disparan y sin darme ni cuenta separo las piernas. Con mi mano repaso el pubis y bajo hasta los labios, no hay vello, como nos gusta. Abro la ducha y dejo caer el agua sobre mi cara, tetas, vientre. Está tibia y acaba haciendo remolinos alrededor de mis pies. Los ojos siguen cerrados, no debo abrirlos hasta salir. En mi mente te dibujo y en mi cuerpo también apareces. A tientas, busco el vaso con las uvas. Meto los dedos y las palpo. No se han mojado, siguen secas. Me sube un gusano, desde la punta de los pies hasta la boca. No me puedo mover, me noto entera líquida. Ahora..

Cuento: uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis. Seis uvas entran en mi coño. Resbalan suaves, frescas y duras. Me dan pequeños escalofríos. Me quiero contraer pero me obligo calma, tú me lo has pedido.

Ahora debo enjabonarme y seguir la ducha, con cuidado de no hacer fuerza con el vientre. No pueden salir de ahí hasta que termine. Noto como si el coño quisiera devorarlas, a las seis. Qué hago? No puedo tocarme. Calma. No toques. Espera.

Cierro el agua. Esto va a resultar difícil. Bajo mi mano hasta el pubis. Con cuidado de no rozar los labios, busco el clítoris. Salido. Duro. Suave. Caprichoso. Y engreído, como siempre. Lo rozo. Tengo que engañarlo, no es fácil. Noto ya las uvas como resbalan. Segrego. Sigo rozando. Y venga segregar. No pueden salir! Y no me puedo correr! Lo cual es de agradecer, si me corro, salen disparadas. Esto es desquiciante. Me tiemblan las piernas y mi coño palpita como un loco. Es éste el punto? Aquí es donde debo parar? Porque no puedo más. Si continúo me viene. Joder!

Bueno, ya. Toco mis muslos e intento relajarlos. Deben salir despacio. Ya calientes, ya maceradas, ya empapadas, las voy sacando. Una a una, las voy metiendo en la boca. Antes de masticar, debo saborearlas, como caramelos.

Me-Te

Te miro, te presiento, te deseo,
me acaricias, me besas, me desnudas,
te respiro, te acuesto, te olfateo,
me penetras, me chupas, me demudas,
te adormezco, te despierto, te ilumino,
me codicias, me palpas, me fascinas,
te mastico, te gusto, te babeo,
me confundes, me acoplas, me disgregas,
te aletargo, falleces, te reintegro,
me distiendes, me enarcas, me meneas,
te retuerzo, te estiro, te caldeo,
me estrangulas, me aprietas, me estremeces,
te tanteo, te junto, te desjunto,
me enervas, me apeteces, me acometes,
te enlazo, te entrechoco, te agazapo,
me apresas, me dislocas, me perforas,
te incrusto, te acribillo, te remacho,
me injertas, me atornillas, me desmayas,
te revivo, resplandeces, te contemplo,
me inflamas, me enloqueces, me derrites,
te muerdo, te asesino, resucitas,
me sueldas, me calcinas, me desgarras,
te busco, te refriego, te rehúyo,
me-te evado-es y me-te entrego-as.

Zzzzzz

Cambio de canal 20 veces para finalmente no quedarme con nada, porque nada me gusta y nunca veo nada de nada, me aburre la tele. Y aquí tirada en la cama, demasiado pronto para levantarme, demasiado tarde para volver a dormir, me quedo mirando los dibujos que me dejó la humedad de la "tontalaba" de arriba, allá en el techo, cerca del armario. Espero que no lleguen hasta ahí y se metan dentro. Esos hongos acabarán comiéndome la ropa.. o lo que es peor.. y si me hacen un jardín botánico?, con sus enredaderas y sus raíces atrapándolo todo? Mal asunto ese. Me viene a la cabeza una canción de "The Cure", aquella en la que el notas salía enroscado del armario, como si hubiera nacido allí mismo. Pero entonces algunos rayos de sol entran por las rendijas de mi persiana y se dejan caer por aquí, por mi cuerpo, a la altura del vientre. Una pierna fuera y otra dentro, enrrollada unas tres veces entre mis sábanas. Tengo una pereza encima que ni me meneo. Qué agradable el calor del rayo sobre la pierna. Es como cuando venía corriendo de fuera, calle nevada y un frío de tres cojones, y me acercaba rápido a la chimenea. Era muy, muy agradable, casi me quedaba dormida. Retiro un poco la sábana y dejo mi coño al aire. Ale, mi solecito al sol. Calor. Qué rico. Miro hacia abajo y veo un gurruño de sábana entre las piernas. Y si me concentro un poco, esa arruga de ahí puede parecer una boca y la de allá unos ojos.. no.. mejor una mirada, la tuya. Me estás mirando, desde ahí abajo, entre mis piernas. No te mueves. Es un mirada bonita, con unos ojos redondos y muy abiertos. Una mirada de chiquillo. Unas pestañas cortas y disparadas, que parpadean sin parar, y por debajo siguen tus ojos mirando y venga pestañear y venga mirar. Qué guapos son tus ojos.. Te acerco un poco más, con mi mano posada en tu pelo, para notar tu respiración. Y ahora no es un rayo de sol, es tu aliento, entrando, joder, entrando.. Chof.. y me quedé dormida, así, "espatarrada".

El mejor despertar..

.. es abrir

los ojos

y encontrar

tu cuerpo

dormido

y desnudo..

Seis giros, estás

Camino sola entre la acera y la calzada, dando pasos de culebra con mis pies descalzos. En mi cabeza acompañan dos melodías, la de algún coche despistado y el deseo de que me encuentres, así de frente, para devorarme.

Vicious

Lou Reed

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