miércoles, febrero 28, 2007

Fetiche I

sábado, febrero 17, 2007

Vagina


Hema: Di vagina.
Homo: Jajaja, qué?
Hema: Que digas vagina.
Homo: Vagina.
Hema: Otra vez.
Homo: Jajaja.
Hema: Venga, va.
Homo: Vagina.
Hema: Jajaja.
Homo: Jajaja, y eso?
Hema: Nada, me gusta cómo suena.

domingo, febrero 11, 2007

Si lo dice el Marqués..



"Las experiencias más importantes del hombre son aquellas que lo llevan al límite."

Marqués de Sade

sábado, febrero 10, 2007

emaríM

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sábado, febrero 03, 2007

Princesa de leche


"Comencé por probar una gota de tus dedos. La retuve unos segundos en la lengua y comprobé que era dulce y estaba tibia.
Me sentía muy débil cuando llegaste a mi vida, quizá medio muerto y tumbado en medio de aquel desierto camino que sólo servía para que alguien arrojara cuerpos medio muertos.
Tenía gusanos retorciéndose en la herida de mi pierna abierta y aunque el sol me castigaba con toda la furia de sus espadas de fuego, por dentro yo sentía un frío casi polar, el mismo que precede el instante en que se va a exhalar la última bocanada de aire.
Pero cuando pusiste tu índice sobre mi lengua me devolviste la vida e igual que un cachorro recién nacido empecé a sorber. Una caricia barrió mis huesos y la esperanza recobró terreno en mi maltrecho abdomen. La desesperación me hizo presa y pretendí beberte de un sorbo en segundos, enfermo del hambre de los desposeídos.
Si acaso tú hubieras sido más débil y yo más fuerte seguramente te habría consumido en segundos, pero bastó con que me soplaras para que temiera que mis huesos se volvieran polvo y entonces, reculé atemorizado como un animal.
Comenzaste a caminar alrededor mío, igual que un reptil sonriente. Entonces creciste como una erección masculina, hasta que tapaste el sol como el Emperador lo hizo con el Filósofo aquel e igual que una ola blanca, dejaste que me cubriera tu infinitud femenina.
Me entraste por la boca, los oídos, el ombligo y los ojos. Llenaste los huecos de mis axilas, te alojaste debajo de mi espalda, en el hueco entre mis nalgas, en la herida de la pierna e incluso corriste como un lacto-manantial entre mis testículos. Yo sentí que me asfixiaba, preso de aquel abrazo inmenso que bien pudo provocar que el corazón, los pulmones y las venas me explotaran.
¿Por qué me invadiste de esa manera?
Recuerdo que el escozor era constante, el arrullo de tus besos un delicioso martirio y tu caricia total un relámpago de placer que de tan vasto se volvía insoportable.
Se me endureció el miembro y al contacto de tu piel tan blanca se hinchaba hasta que toda mi alma se concentró en el glande. Mientras, con los labios te bebí hasta el hartazgo y de ese sabor me volví más adicto.
Eyaculé.
Me vine hasta que se me salieron los ojos, el corazón, los pulmones, los testículos y los pensamientos en forma de semen. Incluso los sueños de mi juventud se derramaron en una venida que pudo haber durado siglos.
Y quedó en aquel camino desolado un charco de leche revuelto con los restos de un orgasmo irrepetible. Al fin y al cabo, muerto."
A. Allan Gore

jueves, febrero 01, 2007

Toffee


- Voy a untarme el nabo de mantequilla y luego de bien cubierto lo abrasaré con cristales de azúcar. Quiero hacer de tu coño dulce de leche.
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