martes, enero 30, 2007

Juegos lésbicos



Quería una tarde divertida.
Agarrarme a otra hembra y bailar para mirones.
Sacudir mis tetas ante sus caras "amemadas" y aturdirlos con címbalos de oro.
Mantener el clima a lengüetazos y jugar al falo ceñido en la cintura, persiguiéndolos a todos.

Esconderme más tarde con mi amada y abordarle de a poco.
Enredarla entre mis dedos y mi lengua y friccionar los clítoris, para encendernos.
Quedar tendidas luego bocarriba, cogidas de la mano y embriagadas de senos sáficos, vulvas de ensueño y dulces de Lesbos.
Pero sólo me dejó asomarme bajo su falda.
Éramos ¿niñas? de 13 años por entonces.
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