domingo, junio 04, 2006

3 androides


9:30
Ha sonado el despertador y no me he enterado?
Es domingo? Lunes?
Qué día es?
L2 entra en mi cuarto. Con su preciosa sonrisa me da los buenos días y abre las persianas.
- Dormiste bien?
- Mmm.. mi desayuno?
Me acerca un pequeño plato con un vaso encima y lo posa en la mesita. Zumo de pomelo.
- Date la vuelta.
Se gira y me ofrece sus fabulosas nalgas.
- No te muevas.
No se moverá, está perfectamente diseñado para acatar cualquier órden que yo pueda darle. El que pueda contradecirme a riesgo de recibir mi castigo es un pequeño placer que estos aparatitos aún no han sabido regalarme. El L4 sigue en espera, en dos semanas probaré lo que un androide desobediente es capaz de ofrecerme. Me han garantizado una efectividad del 98%.. alta, no?
Cojo el vaso de la mesita y pruebo. Ácido, el pómelo está bueno así. L2 aún tiene sus nalgas rosadas, L1 le propinó unos cuantos fustazos de mi parte. Quería sus nalgas sonrojadas y con ese calor que deja el haberlas golpeado. Un calor que con sólo acercarte notas llegar a tu cara. Inclino el vaso y vierto el líquido. Él no siente ese reconfortante contraste en su piel, pero a mi me gusta mimarlo, después de haberlo expuesto a mis dolorosos caprichos. Acerco mi cara y saco mi lengua. Sin duda, no ofrece ese sabor salado de una piel humana, pero el calor está ahí, incluso tiembla, sus venas se dilatan y dan paso a lo que podríamos llamar, su normal circulación. Su piel es suave y desnuda de vello. Es delicioso lamerla. Así, sin prisas, despacio.
Casi sin darme cuenta, noto humedad entre las piernas, me muevo un poco y me rozo suave los labios para aliviarlos. L2 no es buen follador. Su habilidad es sólo recrear mi vista. Me gusta verlo pasear por la casa completamente desnudo. Tiene un cuerpo de infarto, tal como yo lo quería. Su punto fuerte, sus glúteos. Su polla no es muy allá, pero tampoco me importa, para eso está L1, mi taladrador predilecto. A veces, me basta con ponerlo en una silla, con su verga mirando hacia arriba (este niño siempre se siente igual de efusivo) y sentarme sobre él. Con sus ojos vacíos me mira mientras me retuerzo sobre su gancho.
Ya terminado el desayuno, y más mojada que el estrecho de Gibraltar, le pido que se retire. Me levanto pesada de la cama, el mini-pantalón de pijama está retorcido y apelmazado entre mi coño. Y así, mojada en mis cuatro labios (el zumo aún se deja notar en los de arriba) y con tremendas ganas de vaciar lo que se preña dentro, aliviar, aliviar, aliviar.. salgo de mi cuarto y me dirijo a la salita. L3 está colocando los armarios. Al oirme entrar, deja su ocupación, y viene hacia mi.
- Arrodíllate.
Se arrodilla.
- Huéleme.
Acerca su nariz y se dispone a olisquear, como si de un chucho se tratara.
- A qué te huele?
- A ti.
- Y a qué más?
- A tu coño.
- Y qué le pasa a mi coño?
Se vuelve a acercar y hace ademán de acercar su mano.
- No me toques.
Retira su mano y mete su nariz entre mis dos piernas, casi rozándome.
- Está mojado.
- Y por qué crees tú que lo está?
Me gusta verle aturdido y procesando datos ahí abajo, a medio palmo de mi coño y con sus manos apoyadas en el suelo.
- No lo sé.
- No lo sabes? Qué clase de chip te metieron a ti? Sólo sabes comer coños?
Su rostro se ilumina, parece que va captando el mensaje.. a ver, a ver..
- Quieres que te coma el coño?
- Jajaja.. a ti qué te parece? No he venido aquí a mirarte la cara sin más.
Parece dudar. Tampoco está informatizado para la ironía.
- Cómeme el coño, inútil.
L3 se dispone a lo ordenado.
- Espera, babea un rato antes. Sácame esa lengua.
Saca la lengua.
- Más, todo lo más que puedas.
Obedece y se queda un rato con su lengua afuera, mirándome.
- Muévela.
Se queda quieto y con cara de lelo.
- Que la muevas como quieras, pero muévela.
Comienza a soltar baba, pero la mueve, de arriba abajo, luego en sentido pendular.
- Ya puedes empezar.
L3 comienza. Este androide sabe comerme el coño como a mi me gusta. Lo suyo me costó enseñarle.. Su chip era tan sólo de aprendizaje, del resto debía ocuparme yo. Presión, velocidad, duración, intervalos, zonas exactas.. tres meses soportando sus torpezas, pero valió la pena.
Agarro su pelo, señal de que pare y me mire. Su cabeza muy tirante hacia atrás.
- No cierres la boca.
Me mira con su boca abierta, tratando de respirar. Babea como un perro, pero se le ve guapo.
- Te gusta como sabe?
-
Me gusta.
- Pues sigue. Y ahora chupa sólo el clítoris, ya sabes cómo.
Vuelve a reiniciar su excelente mamada. No sé el tiempo que pasa, no hay tiempo cuando L3 me hace sus virguerías.
Noto una presión dentro, que sube, me acelera el pulso y agarro fuerte su cabeza tirando hacia mi.
- No pares.
L3 succiona como un loco y me viene el orgasmo.
Nota a pie: Una de mis "ensoñaciones oscuras", que no tienen porqué ser siempre amables, no? Si no pasarían a la categoría de "claras".. XDDDDD
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