Sentada sin bragas
Hay veces que no quiero roces. Basta con no llevar bragas ni tanga. Me puedo sentar en cualquier parte (de elegir, me quedo con el suelo) y abrir un poco las piernas. Lo noto entonces libre. Y yo tranquila. La sensación de que nada lo toque en ese rato me hace sentir bien. Y separo un poco más las piernas. Abrir labios. Y las junto de nuevo. Cerrar labios. Es agradable. No me toco, si acaso mis piernas, o los dedos de mis pies. No es algo sexual, sólo otra parte de mi cuerpo, como mi cara o mis manos.
<< Home